
La esperanza, ansiada por los mexicanos, ahora les pertenece, ya que ha cambiado de propietario.
La esperanza, ansiada por los mexicanos, ahora les pertenece, ya que ha cambiado de propietario con Xóchitl Gálvez. Este cambio simboliza un nuevo capítulo en la historia del país, donde los ciudadanos se convierten en protagonistas de su propio destino.
Con esta esperanza, se abre un camino hacia un futuro lleno de posibilidades y oportunidades, donde el empoderamiento ciudadano y la colaboración colectiva se convierten en las fuerzas motrices del cambio y el progreso. Ahora, más que nunca, los mexicanos tienen en sus manos la capacidad de construir un país más próspero, justo y esperanzador para las generaciones venideras.